jueves, 12 de julio de 2007

Y eeeen eeeestaaaa eeeeesquiiiiiiiiiiiiiinaaaaaaaaa

Ya me tocó el segundo round. Otras 20 páginas.
(Y otras garrafas de limonada, cafés, y sandwichitos futboleros y meseras encorajinadas).

Y ahí en la sesión se reflejaron las dos apuestas literarias del grupo. Abreviémoslo así:

Vargas Llosa vs Kundera.
La literatura centrada en la acción vs la literatura que reflexiona.
La voz narradora que introspecciona a fondo en los personajes vs la voz narradora que registra acciones externas como reflejo de las internas.

Javo y Joso quieren ya acción en las 40 primeras páginas de una novela de 200 y ya quieren ver claramente el conflicto central.

A Manuel y Alfonso no necesariamente les urge. Ya ven una serie de conflictos a crecer y desarrollarse más.

Lo que unánimemente me indican debo cuidar es ese esquema que tiene Gabriel para ver la realidad: siempre como una puesta de escena que él dispone y dirige. No siempre ha quedado muy clara su ironía, su manipulación.

Es la importancia del taller. Probar en caliente lo que funciona, lo que no, lo que debe reforzarse. Probarse uno. Probar a los personajes. Unos aman a Gabriel, otros respetan a Pedro, unos sientes simpatía por el tartamudo, otros lo aborrecen. Y Agnes siembra misterio entre ellos.

Mis personajes están vivos, moviéndose. Y la historia caminando sobre la cuerda floja entre la acción y la reflexión. ¿No es divertido? Tanto como reunirme con tan queridos amigos para hablar de literatura y reírnos de nosotros mismos.
Ah, aquí estuvo Marián.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te leí, Mo.