miércoles, 27 de junio de 2007

Mi turno

Este intento de novela tiene sus origenes hace cuatro años. Comenze un cuento con una historia que se me ocurrio y despues de la tercer pagina lo deje arrumbado entre mis demas escritos. Despues de compartirlo con algunas personas que me animaron a retomar el cuento este se fue alargando hasta terminar en una novela o un intento de...Es una novela negra o con tintes de novela negra que nace mucho antes de la violencia que tenemos en el pais contra el crimen organizado a pesar de que no lo parece...debo decir que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia...el viernes me toco el primer taller oficial dentro de este grupo de (ellos si) talentosos escritores que se toman el tiempo de leerse y de corregirse entre ellos y al cual orgullosamente me uno. No fueron dos de los participantes del taller. Pero la novela recibio buenas criticas y observaciones que ya me apresure a corregir y que me serviran mucho en el futuro.
La novela ya esta terminada y creo que le servira mucho que la lean mas personas para que mejore....me gusta el pretexto del taller para tomar limonada, cafe y platicar con gente que empiezo a estimar y a querer...ademas es una buena manera de leer de a grapa historias que de poco a poco comienzan a llenarte el ojo y la imaginacion.....

lunes, 18 de junio de 2007

Novela o de perdida parodia de novela

El viernes pasado en el taller me tocó escuchar los comentarios acerca de la segunda parte de mi novela en ciernes, perrolobo. A pesar de que pienso que las historias apenas son una posibilidad de las muchas que la novela tiene a su alcance, perrolobo es una novela escrita bajo el principio de la unidad de acción, supestamente ineluctable. He decidido contar una historia para organizar la novela, pero después de varios intentos apenas he podido encontrar una que me satisfaga: en el bosque vecino a la Ciudad Prohibida, donde habita perrolobo, el caballo de un vaquero es asesinado. Mientras tanto, perrolobo se aventura en el interior de una cueva; a continuación, como si de un sueño se tratara, el lector conoce un episodio donde un perro y una perra contraen matrimonio, una parodia del cine de animación de Disney, Pixar o Dreamworks, donde los animales están humanizados, como en las fábulas, "mundo de acción humana" aunque los protagonistas sean animales; perrolobo, en cambio, aspira a contar la historia de un animal común, incapaz de hablar, reflexionar o analizar la realidad: de ahí se desprenden las posibilidades del texto, pero también sus limitantes, porque de nada me sirven los descubrimientos de la novela psicológica para el dibujo de un personaje ajeno a la psicología, que tal vez ni siquiera es un referente humano. Lo que puedo adelantar es que la muerte del caballo tendrá consecuencias fatales para perrolobo. Como he dicho antes, busco al menos que mi novela llegue a parodia de novela, es decir: de perdida "novela".
Mientras escribo esto decido compartir mi método de composición: pienso en una palabra, "antorcha", por ejemplo, y a continuación redacto un párrafo inspirado en esa palabra. La novela no es sino la ramificación de unas cuantas palabras y todo lo que me evocan: perrolobo, cueva, ciervo, caballo... De esa forma la novela se convierte en un texto extenso y digresivo fundado en la posible belleza de ciertos sustantivos (a veces imaginarios), aunque también emparentado con la actividad intelectual de la mente del autor. Algo así como belleza pensada.

sábado, 9 de junio de 2007

Era un crimen ese primer borrador

La importancia de esta novela (a nivel personal) es que después de idear dos proyectos, éste, el tercero, es el que tiene más coherencia y relevancia. Por tal motivo inicié a escribirla justo cuando empecé a idearla. Entonces todo era fluidez y felicidad. Los personajes salieron sin mayor esfuerzo así como las escenas, la trama, los escenarios, el ambiente en el que se desarrollan todos estos elementos. Escribí cuarenta páginas en varios días. Lo que nunca.

Entonces ya lo tenía claro: se trataba de una novela corta de sesenta cuartillas ordenada en tres capítulos. Se basaba en los crímenes que en los últimos meses se han cometido a policías del estado. Incluía pocos personajes y apostaba por mezclar artículos periodísticos reales con la ficción propia de la novela. Pensé escribir una metaficción. Pensé meterme en cosas políticas y de narcotráfico. Pero cada uno de estos puntos desaparecieron después de escuchar los comentarios de mis compañeros acerca del primer capítulo.

- Los personajes no son convincentes.
- La mujer parece de cartón.
- ¿Otra metaficción?
- No hay reflexión, sólo actos.

Así pues, mi novela sigue basándose en dichos crímenes pero ahora como mero pretexto para una búsqueda interior del personaje principal. Ya no incluiré artículos periodísticos reales ni será una metaficción como la idea inicial. Tampoco entraré de fondo en cosas políticas y de narcotráfico. A la novela ya no le interesa explorar esos tópicos. Ahora se trata de una reflexión sobre la violencia, del acto de escribir, de los medios de comunicación, de la cultura en la que vivimos.

Joso

lunes, 4 de junio de 2007

La importancia de reescribir

A ras de vuelo tiene ya su primer borrador que entregué al final de mi periodo como becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes: la última generación que formó Rafael Ramírez Heredia.

¿Por qué si tengo ya la novela estoy reescribiéndola?
1. Estoy retomando los comentarios que mis compañeros becarios del FONCA me hicieron, y que poco tiempo daba para aplicar mientras estaba el proyecto en proceso.

2. Quiero escribir mejor, solventar límites que tengo como narradora, explorar un poco dentro de mis posibilidades.

3. Sobre la base anecdótica de la novela, estoy compactando la historia, optimizando a los personajes, administrando mejor su introducción, pensando más en la tensión, en la eficacia narrativa con todos sus elementos.

4. Cuido el lenguaje de cada personaje, adjudicando un elemento a cada personaje, trazando metáforas diversas según el elemento y ambiente de cada uno de ellos, el ritmo en el habla personal.

5. Tengo la fortuna de tener un grupo de amigos escritores, magníficos lectores, personas disciplinadas y propositivas, cuyo apoyo sé vital para el mejor desarrollo de mi novela.

Este domingo fue mi turno. Me dicen que la aportación de mi novela puede ser ese lenguaje lírico (que no advierto: supongo que narro como veo la realidad, así, descompuesta, con imágenes, mediante un espejo roto o una retina astigmática) e historias muy enclavadas en la región con un lenguaje universal.

Les gusta el título, las posibilidades que da; la complejidad de los personajes; el equilibrio entre la reflexión y la acción. Y esperan mucho de la novela. Espero entregarles una historia que esté a la altura.

Marián

viernes, 1 de junio de 2007

Se busca novela

Mi novela se llamaba (¿se llama?) Nunca quise y era una obra eficaz, profunda, sofisticada, ambiciosa. Hasta que tuve la infeliz idea de llevar parte de ese obra fragmentada al taller y ahí mis compañeros la convirtieron, por obra y gracia de sus comentarios, en un proyecto inviable, defectuoso y hasta manido. Nunca quise se puso grave desde entonces. Lleva casi tres semanas en coma y yo no sé si dejarla morir, aunque, lo confieso, ya no me importaría tanto como antes de las severas estacadas.
Ya hablando en serio, mi novela, efectivamente, está en crisis. Pero no son los responsables mis compañeros, a quienes tanto agradezco sus comentarios, los positivos y los negativos. Sucede, más bien, que ya no sé si acabar la novela tal como la tenía proyectada me satisfaría como escritor.
Les explico: el procedimiento principal de la novela consiste en alternar diversos planos narrativos significativamente, lo que daría una idea más o menos cabal de los distintos aspectos del mundo narrado. Pero estoy hasta los cojones de los planos alternados, tan vargasllosianos ellos. Las novelas de Vargas Llosa, sobre todo las mejores, me siguen encantando, pero no creo poder escribir novelas originales, como pretendo, que exploren nuevas formas, con un procedimiento como ese. Laura Restrepo escribió su excelente novela Delirio (2004) con base en ese procedimiento. Pero, me parece, no es lo que quiero hacer, aun con la posibilidad de que, con esfuerzo, resultara una novela al menos digna.
Entonces, lo que hago ahora mientras escribo esporádicamente los cuentos para mi tercer libro es preguntarme si vale la pena retomar Nunca quise desde otra perspectiva o de plano abandonarla, al menos temporalmente y sin fecha de regreso, en favor de otro proyecto. Proyectos, hay mucho. Pero cada uno de ellos, supongo, exigirá continuidad y una buena dosis de inseguridad, de dudas, de desánimo. En suma: de sufrimiento.
La escritura de cuentos me parece un oficio digno y estimulante en sí, pero me da pavor quedarme solo en cuentista, pues quiero ser, sobre todo, novelista. Ya ha escrito una novela (de planos alternados, por cierto), pero la siento apenas como un ejercicio que ha tenido la utilidad, además de haber sido una catarsis, de haberme demostrado a mí mismo que soy capaz de escribir novelas.
Me parece que, así como en el siglo XX lo hubo, en el siglo XXI habrá un cambio significativo en la novela como género, que la convierta en una manifestación capaz de expresar la vida contemporánea, de sugerirla, al menos, en toda su complejidad. Estoy en busca de ese cambio, de esa coyuntura.


Javo